La teoría y los diversos cursos de SEO nos enseñan grandes metodologías que nos permiten ordenar un proceso adecuado para optimizar un sitio web en los diferentes buscadores, sin embargo, no nos enseñan a combatir obstáculos y a recibir una diversidad de castigos que hacen ver al SEO como una táctica costosa y excesivamente lenta.
Tal vez el inicio de este artículo suena un poco traumático, tal vez si, el SEO a diferencia de herramientas pagas exige de tiempo y muchísima constancia, también aprendizajes. Estos tres ítems son cosas para las que muchas veces no estamos preparados en las estrategias de Marketing, sobre todo por aquella costumbre de ser generadores de acciones y reacciones, y estar siempre a la espera de obtener resultados con un parpadeo.
Me encontré con SEO por casualidad; me pareció interesante porque siempre hay que leer, entender, analizar y ejecutar.
Hoy en día entiendo que no hago SEO para Google si no para personas como yo, que usamos buscadores para resolver dudas, comprar productos o simplemente buscar referencias. Si nos da pereza buscamos por voz, si no, escribimos el texto y vemos que más resultados parecidos obtenemos y lo más importante, somos nosotros, los usuarios los que decidimos a qué link le damos clic, claro, con alguna sugerencias de Google, que es como nuestro amor idílico de uso diario.
¿Qué cosas queremos los usuarios?
Si además de leer artículos, ver videos y hacer cursos, nos ponemos del otro lado de la pantalla, estoy segura que podemos optimizar las búsquedas de una manera más orgánica. Si, así como lo leen, al final de eso se trata, de una relación a largo plazo, con mucho entendimiento, actualizaciones y cero estrategias forzadas.
En este camino siempre será muy importante entender los negocios, sus comportamientos y cómo cambian en el tiempo. Creánme hoy no soy la misma de ayer y Google tampoco.
Eso si, siempre sigo a los mejores, la experiencia nos da hacks y una sensibilidad que debemos crear.